El telescopio espacial James Webb detectó posibles señales de vida en el exoplaneta K2-18b.
El telescopio espacial James Webb captó la atención mundial este miércoles 16 de abril de 2025 al detectar posibles señales de vida en el exoplaneta K2-18b, ubicado a 124 años luz de la Tierra, en la constelación de Leo.
Exoplaneta K2-18b será analizado con mayor profundidad
Este hallazgo, reportado por un equipo liderado por el astrónomo Nikku Madhusudhan de la Universidad de Cambridge, representa un avance significativo en la búsqueda de vida extraterrestre, aunque los científicos advierten que los datos requieren mayor confirmación.
K2-18b, un exoplaneta con una masa 8,6 veces mayor que la Tierra, orbita en la zona habitable de su estrella enana roja, donde las condiciones podrían permitir la presencia de agua líquida, un elemento clave para la vida tal como la conocemos.
La importancia del DMS
Observaciones recientes del JWST, utilizando su espectrógrafo de infrarrojo cercano (NIRSpec), han identificado en su atmósfera moléculas como metano, dióxido de carbono y, de manera tentativa, sulfuro de dimetilo (DMS).
Este compuesto es especialmente intrigante, ya que en la Tierra es producido exclusivamente por organismos vivos, como el fitoplancton marino.
Sin embargo, un estudio de la Universidad de California en Riverside indicó que la señal de DMS podría confundirse con metano, lo que subraya la necesidad de análisis adicionales.
El exoplaneta, clasificado como una posible “mundo híceo” con océanos de agua y una atmósfera rica en hidrógeno, fue observado durante ocho horas el pasado 26 de abril de 2024, según reportó New York Times.
Estos datos, aun en proceso de análisis, podrían confirmar o descartar la presencia de DMS. Mientras tanto, el telescopio planea nuevas observaciones con su instrumento MIRI (espectrógrafo de infrarrojo medio), que ofrece mayor precisión para detectar este compuesto.
Esperanzas de una posible vida extraterrestre se mantienen
“Estamos ante un momento emocionante, pero debemos ser cautelosos. La detección de DMS no es concluyente y requiere más datos para confirmar si realmente indica vida”, explicó Madhusudhan, según Infobae.
“Francamente, creo que esto es lo más cerca que hemos estado de observar una característica que podamos atribuir a la vida“, añadió.
La comunidad científica destaca que, aunque K2-18b presenta condiciones prometedoras, como temperaturas similares a las de la Tierra y posibles océanos, no se puede afirmar aún la existencia de vida microbiana.
Además del agua, otras condiciones indispensables para albergar vida son: una atmósfera estable, la masa planetaria adecuada y la longevidad de su estrella.
De acuerdo con la NASA, estos factores favorecen reacciones químicas esenciales.
Nuevas observaciones se realizarán este año
Este descubrimiento resalta el poder del James Webb para analizar atmósferas de mundos distantes, un avance que abre nuevas posibilidades en la exploración espacial.
Las próximas observaciones, previstas para este año, serán cruciales para determinar si K2-18b alberga vida o si estas señales tienen otra explicación.
Por ahora, el hallazgo alimenta la esperanza y el debate sobre nuestra posición en el cosmos
Fuente: https://www.elcomercio.com/