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Telenoticiero en vivo informa a los venezolanos a bordo de un bus
Sujetándose del pasamanos para no caer en cada frenazo, María Gabriela Fernández y Dereck Blanco se asoman, ante la mirada curiosa de los pasajeros, detrás de un marco de cartón negro y perilla roja que imita a un televisor, bajo un rótulo en letras azules: «El Bus TV».
«Esta iniciativa surge de la necesidad de romper con el cerco comunicacional que hay en el país y llevar noticias veraces a través de un transporte tan masivo como el autobús», explicó a AFP la redactora creativa Claudia Lizardo.
En tres minutos, Bus TV informa a los pasajeros, sobre seguridad, salud, deportes, espectáculos y, por supuesto, economía y política: infaltables en un país con severa escasez e inflación, envuelto en una ola de protestas que deja 67 muertos.
«Cada bomba lacrimógena cuesta 40 dólares, al cambio del dólar paralelo unos 200.000 bolívares, es decir un salario mínimo integral», dice Blanco, al referirse a los enfrentamientos entre fuerzas de seguridad y manifestantes opositores, que no se ven en las pantallas de televisión.
Entrando de primera a los autobuses, la periodista y productora Laura Castillo negocia con los conductores. Casi siempre se les permite subir, sin cobrarles el pasaje.
«Es una maravillosa idea. Me gusta cuando las cosas son claras, sin violencia. Me parece muy importante que nos informen de lo que está ocurriendo, para abrir los ojos», declaró Glenda Guerrero, ama de casa de 68 años, tras escuchar atenta el noticiero.
Suben y bajan, en las mañanas, tomando varias rutas de la capital. «¡Qué valientes!», les grita una mujer. «¡Están locos!», afirma un señor.
Presiones
Blanco, presentador en un telenoticiero nacional, se sumó al Bus TV al admitir que hay «presiones» oficiales que impiden la difusión de ciertas noticias: «Es un reto, el periodista debe reinventarse para llevar la información a la gente».
Con seis periodistas y artistas, el Bus TV arrancó al 28 de mayo para marcar el décimo aniversario del cierre de Radio Caracas Televisión (RCTV), el que era el canal más antiguo del país, crítico del gobierno del entonces presidente Hugo Chávez, fallecido en 2013.
Su sucesor, Nicolás Maduro, casualmente un exchofer de autobús, acusa a un sector de la prensa de una campaña de desprestigio en su contra como parte de una conspiración para derrocarlo. Pero la ONG Espacio Público y el Sindicato Nacional de Periodistas (SNTP) denuncian que el gobierno «censura» a los medios que le son incómodos.
Fuente:http://www.eluniverso.com