El déficit fiscal de Ecuador se multiplicó por cinco en 2025 por más gasto y menos ingresos. Analistas alertan que podría superar los 5 000 millones de dólares al final del año.
El déficit fiscal del Ecuador alcanzó los 2 980 millones de dólares entre enero y septiembre de 2025, una cifra cinco veces superior a la registrada en el mismo período del año anterior, cuando fue de 534 millones de dólares. El incremento del gasto público y la caída de los ingresos reflejan un deterioro significativo de las cuentas fiscales del país.
Déficit fiscal 2025: Más gasto, menos ingresos
Durante los primeros nueve meses de 2025, los ingresos tributarios aumentaron, principalmente, por el alza del impuesto al valor agregado (IVA) del 12 % al 15 %. Sin embargo, el gasto público creció a un ritmo mucho mayor, según el Observatorio de la Política Fiscal, con datos del Ministerio de Finanzas.
El gasto total aumentó 13,1 %, mientras que los ingresos se redujeron 0,8 %. Los recursos recaudados se destinaron principalmente al pago de sueldos públicos, transferencias al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), bonos sociales y servicio de la deuda, lo que limita los fondos para educación, salud y programas sociales.
Si se mantiene la tendencia mensual, con déficits de entre 400 y 500 millones de dólares por mes, y considerando los gastos adicionales como el décimo tercer sueldo, el déficit podría superar los 5 000 millones de dólares a fin de año, advirtió el economista Jaime Carrera.
¿Qué es el déficit fiscal?
El déficit fiscal ocurre cuando el Estado gasta más de lo que recibe. Es decir, los ingresos por impuestos y exportaciones de petróleo no alcanzan para cubrir sueldos del sector público, educación, salud o intereses de deuda. Por esa razón, el Gobierno debe endeudarse para cubrir los gastos, explicó Carrera.
Un déficit elevado, como el que enfrenta Ecuador, genera más deuda, incrementa los pagos de intereses y reduce los recursos disponibles para educación, salud e inversión, afectando la economía y el bienestar de la población.
Más deuda para cubrir el hueco
Para financiar el déficit fiscal, el Gobierno recurrió a deuda interna y externa. Entre enero y septiembre, el país recibió 1 565 millones de dólares en créditos externos, incluidos 416 millones del préstamo puente de la CAF, luego cubierto con recursos del Fondo Monetario Internacional (FMI).
En el ámbito interno, el IESS mantiene bonos del Estado por 13 254 millones de dólares, mientras que el pago de intereses de la deuda —interna y externa— sumó 3 127 millones de dólares, un incremento de 511 millones respecto al año anterior.
Eliminación del subsidio al diésel: alivio parcial
Pese a la eliminación del subsidio al diésel, decretada por el Gobierno de Daniel Noboa, la sostenibilidad fiscal del Ecuador sigue en riesgo por una estructura de gasto público rígida y creciente. El problema, según Carrera, no es de este Gobierno, sino que responde a causas estructurales de más de dos décadas.
¿Cómo afecta al ecuatoriano de a pie?
El déficit elevado impacta directamente en la vida de los ciudadanos. Más deuda implica mayores pagos de intereses, menos inversión y un crecimiento económico débil.
Como resultado, el país enfrenta más pobreza y un empleo informal que ya alcanza al 54 % de la población, señaló Carrera.
Si no se aplican reformas estructurales para reducir el gasto y atraer inversiones, Ecuador podría entrar en una crisis económica más severa en los próximos años.
La urgencia de disciplina fiscal
Sin reformas laborales, tributarias y de seguridad social, el país seguirá dependiendo del endeudamiento y sin espacio para aumentar la inversión en salud, educación o infraestructura.
“La sostenibilidad fiscal no se logrará sin responsabilidad colectiva ni sin superar la cultura del gasto excesivo que ha marcado al Ecuador durante las últimas dos décadas”, concluyó Carrera.
En la misma línea, la Corporación de Estudios para el Desarrollo (Cordes) indicó que el incremento del déficit no se debió únicamente a una caída en los ingresos, sino principalmente a un fuerte aumento del gasto público.
Cordes coincide que, si se mantiene la tendencia, el déficit podría superar los 5 000 millones de dólares al cierre de 2025, y que las medidas del Gobierno para aumentar ingresos se ven neutralizadas por nuevos gastos permanentes, algunos con fines políticos, como los nuevos bonos, lo que sugiere que la situación fiscal seguirá siendo complicada en 2026.
Fuente: https://www.elcomercio.com/
