La mayoría en la Asamblea permite a Daniel Noboa avanzar con reformas y dejar en pausa la idea de una Asamblea Constituyente.
Desde su campaña electoral, la propuesta de una Asamblea Constituyente fue uno de los pilares del discurso del presidente Daniel Noboa. Sin embargo, la consolidación de una mayoría oficialista en la Asamblea Nacional reconfiguró el escenario político.
Hoy, con el control de las principales comisiones y el respaldo para aprobar leyes clave, el Gobierno encontró en el Legislativo una vía funcional para avanzar con su agenda.
Este cambio en la correlación de fuerzas desplazó, por ahora, la lógica de refundación institucional que implicaba convocar a una Constituyente. En su lugar, el oficialismo apuesta por una estrategia de reformas legales desde el Parlamento, con posibilidad de ratificación vía referéndum.
Tres analistas consultados coinciden en que este giro refleja un enfoque pragmático, pero también advierten sobre los riesgos políticos y operativos que implica.
La mayoría en la Asamblea cambia el rumbo del oficialismo de Daniel Noboa
Andrés Obando, especialista en comunicación política, sostiene que la mayoría oficialista cambió radicalmente el discurso del Gobierno frente a la Asamblea.
Recuerda que, al inicio del mandato, Daniel Noboa mantenía una narrativa de rechazo al Legislativo, al igual que su antecesor Guillermo Lasso. Sin embargo, ahora que el oficialismo controla el CAL y casi todas las comisiones, el mensaje es que el Parlamento sí funciona porque está en manos de ADN.
Rafael Silva, consultor político, coincide en que esta mayoría permite al oficialismo mantener el ritmo de su agenda legislativa. Asegura que los asambleístas actúan con celeridad, proyectando la imagen de una “locomotora a toda marcha”, lo que reduce la necesidad de acudir a mecanismos extraordinarios como la Constituyente.
Reformas desde la Asamblea, los beneficios y límites
Obando explica que optar por reformas legales otorga al Gobierno victorias políticas de corto plazo, al mostrar avances concretos. Pero advierte que si esas reformas no generan resultados tangibles, podrían alimentar una percepción de populismo legislativo y provocar desgaste político.
Silva agrega que el oficialismo depende de grupos pequeños como el PSC y una facción de Pachakutik, logrando mayorías mínimas para aprobar proyectos. Señala que el riesgo de convocar una Constituyente es mayor, ya que implicaría integrar un nuevo cuerpo colegiado con actores externos al sistema político, lo que dificultaría los acuerdos.
Maximiliano Donoso-Muller, analista político, enfatiza que las reformas desde la Asamblea implican menores costos políticos y económicos.
Explica que este camino permite aprobar cambios en menor tiempo y con mayor control, mientras que una Constituyente representa una apuesta incierta en las urnas.
Refundación institucional, el discurso de Daniel Noboa en pausa
Obando considera que la idea de refundar el país fue archivada por conveniencia política. Según su lectura, insistir en la Constituyente cuando el oficialismo controla el Ejecutivo y el Legislativo sería mantener una lógica de culpabilización externa. Asegura que, si el Gobierno pierde esa mayoría, es probable que reactive la propuesta.
Silva coincide en que la Constituyente pasó a ser un último recurso. A su juicio, el giro hacia reformas puntuales revela una estrategia calculada, que privilegia caminos más seguros y con menos obstáculos.
Donoso-Muller recuerda que la Corte Constitucional ya recomendó agotar todas las vías de enmienda antes de pensar en una Constituyente. Desde su perspectiva, el Gobierno sigue esa recomendación, lo que demuestra una actitud pragmática y estratégica por parte del presidente Noboa.
Referéndums como mecanismo de validación política
Silva sostiene que la combinación de mayoría parlamentaria con referéndums fortalece la imagen de gobernabilidad. Reconoce, sin embargo, que se trata de una mayoría inestable, sostenida por alianzas coyunturales. Aun así, afirma que la velocidad con la que se aprueban leyes suma a la imagen de un Gobierno que avanza.
Donoso-Muller señala que los referéndums permiten legitimar las decisiones del Ejecutivo ante la ciudadanía. Esto, dice, puede mantener viva la aprobación del presidente y blindar políticamente al Gobierno mientras avanza en su agenda de reformas.
Riesgos del pragmatismo legislativo
Obando advierte que mantener la Constitución de Montecristi también puede ser una estrategia política. Explica que gran parte del apoyo a Noboa se basa en el anticorreísmo, y eliminar esa Carta Magna podría quitarle al oficialismo una herramienta discursiva de confrontación.
Silva agrega que la expectativa ciudadana sobre las reformas es alta. Considera que el éxito o fracaso de estas medidas, y su eventual aprobación en referéndum, pondrá a prueba el músculo político del Gobierno y su capacidad para traducir esa mayoría en resultados concretos.
Donoso-Muller comenta que el uso eficiente de las mayorías legislativas y del mecanismo de enmienda puede marcar un sello del mandato de Noboa. No obstante, insiste en que cualquier decisión que implique modificar la Constitución debe contar con el aval previo de la Corte Constitucional, lo que mantiene vigente el equilibrio de poderes.
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