Daniel Noboa asume la presidencia con el reto de salvar el IESS. Expertos advierten que, sin reformas, el sistema colapsará en las próximas décadas.
Este sábado 24 de mayo, Daniel Noboa asume oficialmente la Presidencia de la República para un nuevo mandato constitucional de cuatro años (2025-2029), con grandes expectativas y múltiples desafíos.
Entre los principales retos que enfrentará están: la mejora de la seguridad ciudadana, la reactivación económica sostenible, la generación de empleo digno, el fortalecimiento del sistema de salud pública y la garantía de servicios básicos de calidad. Uno de los temas más relevantes será impulsar reformas al sistema de seguridad social, actualmente en crisis por problemas financieros, demográficos y de sostenibilidad.
Ecuador necesita una reforma urgente y técnica para salvar la seguridad social
El Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) administra cinco seguros: de Pensiones, Riesgos del Trabajo, Salud, Seguro Campesino y Seguro de Desempleo. Los mayores problemas se concentran en los seguros de Pensiones y Salud. hoy nos enfocaremos en el primero de estos.
Actualmente, 3 816 568 afiliados acceden a servicios como atención médica, préstamos hipotecarios y quirografarios y fondos de reserva. Además, cerca de 600 000 personas reciben pensiones de jubilación u otras prestaciones.
Crisis estructural del sistema de pensiones del IESS
El sistema de pensiones del IESS enfrenta una crisis estructural que, sin reformas urgentes, podría llevar al colapso financiero en los próximos años. Actuarios advierten que el modelo de reparto es insostenible.
Rodrigo Ibarra, presidente ejecutivo de Actuaria, señala que el fondo presenta un “déficit actuarial insostenible”: los aportes y reservas no cubren el valor presente de las obligaciones futuras.
Entre las causas están una tasa de reemplazo excesiva. Un jubilado recibe hasta el 100% del último sueldo, cuando lo recomendable es el 60%, dijo. Además, hay una baja tasa de aportación en Ecuador (11,06% frente al 25% de países como Uruguay). Asimismo, el envejecimiento poblacional y la baja natalidad reducen la base de aportantes activos.
Otro riesgo es la alta concentración de inversiones del IESS en bonos estatales e hipotecarios, vulnerables ante crisis económicas. Según el Observatorio de la Política Fiscal, solo en bonos, el Estado le debe al Biess más de 10 000 millones de dólares.
Propuesta para reformas del IESS
Ibarra propone una reforma integral basada en un sistema multipilar con cuentas individuales, ahorro previsional, y cambios en la jubilación patronal, además de ajustar la tasa de reemplazo e incentivar aportes por más tiempo.
Desde otra perspectiva, Juan Sebastián Naranjo, actuario y economista, coincide en que el sistema requiere una transformación profunda, pero plantea una hoja de ruta de tres pasos.
Transparencia
El primero es la transparencia. “Hay que clarificar las cuentas del IESS: identificar deudores, conocer cuántos bienes posee, cuántos están improductivos y cuál es su verdadero estado financiero”, afirmó. Sin cifras claras, no se podrá recuperar la confianza ni avanzar en una reforma seria.
Inclusión de trabajadores informales
El segundo paso es incluir a los trabajadores informales, como transportistas o repartidores. Hoy, solo 3,8 millones de los 8,5 millones de personas activas están afiliadas al IESS. Ampliar la base de cotizantes es clave para sostener el sistema.
Modernización con estudios independientes
La tercera fase es modernizar con base en estudios técnicos hechos por expertos independientes. Propone que el Estado trabaje con el Colegio de Actuarios del Ecuador para evitar conflictos de interés. Cambios como subir la edad de jubilación o ajustar los aportes deben ser técnicos y no afectar a quienes ya están por jubilarse.
Urgencia de un debate técnico
Ambos expertos coinciden en la urgencia de un debate técnico y tripartito entre el Estado, empleadores y trabajadores.
Desde 2024, el gobierno de Daniel Noboa y el presidente del IESS, Eduardo Peña, impulsan reformas a la Seguridad Social. El proceso arrancó con mesas de diálogo con varios actores para modificar la Ley de Seguridad Social, iniciando en Imbabura en julio de 2024 y continuando en abril de 2025 en Azuay.
No se conoce aún los resultados de estas conversaciones. Sin embargo, se anunciaron 10 mesas en diferentes ciudades, para luego tener un proyecto consensuado. Tampoco se conoce cuándo estará listo el proyecto de ley.
Si el Ecuador no actúa ahora, el sistema de seguridad social podría colapsar en pocas décadas, dejando a millones de ciudadanos sin protección, señalan los expertos.
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