La Asamblea aprobó que regresen fuerzas militares extranjeras al país. ¿Es una solución contra el narco?
La Asamblea Nacional dio un paso controversial: aprobó la reforma parcial del artículo 5 de la Constitución para permitir que bases militares extranjeras operen en el país. Lo hizo con 82 votos afirmativos de 151. El argumento central: la urgencia de frenar al crimen organizado, cuyo poder ya supera al del Estado en zonas clave del Ecuador.
El país vive un repunte del narcotráfico sin precedentes. En 2024, Ecuador se incautó de 294 toneladas de droga, según la Policía. De esta cantidad, 277 estaban destinadas al tráfico internacional, el resto al consumo interno. Las muertes violentes durante el 2024 sumaron 6 964. Esto representa una tasa de 39 homicidios por cada 100 mil habitantes. De ahí que el gobierno declaró “conflicto armado interno”.
Tras la reforma aceptada por la Asamblea, la Corte Constitucional (CC) hará un control a la convocatoria a referéndum, en un plazo de 20 días. Si la Corte la aprueba, el CNE deberá convocar a la ciudadanía a las urnas en un plazo máximo de 45 días. El pueblo decidirá si acepta la presencia militar extranjera para enfrentar la narco-criminalidad.
Esta no sería la primera vez. Entre 1999 y 2009, Estados Unidos operó desde la Base de Manta. Esa experiencia terminó por decisión del expresidente Rafael Correa, quien priorizó la soberanía. Hoy, la urgencia es otra.
El Gobierno de Noboa afirma que no se permitirá el establecimiento de bases militares extranjeras ni de instalaciones extranjeras con propósitos militares. “Se prohíbe ceder bases militares nacionales a fuerzas armadas o de seguridad extranjeras”. Más bien se busca asistencia técnica, inteligencia y equipos. Según el régimen se respetará la jurisdicción ecuatoriana.
Sin embargo, esta apertura puede traer costos políticos a futuro. Basta ver el caso del Canal de Panamá. Aunque EE.UU. traspasó el canal al pueblo panameño con el Tratado Torrijos-Carter, el expresidente Donald Trump cuestionó esa soberanía y presionó, por ejemplo, para excluir a empresas chinas. Incluso pide que sus barcos pasen gratis ¿Podría Ecuador verse presionado en una futura disputa geopolítica?
Por otro lado, países como Colombia y Honduras permiten presencia militar extranjera. En Colombia, el Plan Colombia inyectó millones de dólares y entrenamiento. Bajaron los secuestros y cayeron cabecillas, pero se multiplicaron los desplazamientos y surgieron nuevas redes criminales.
La ciudadanía ecuatoriana tiene la última palabra de si este será el camino más adecuado para lograr una mayor seguridad interna y, por ende, más desarrollo económico.
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