Los equipos de rescate siguen buscando víctimas. Helicópteros trasladan suministros de ayuda a los damnificados del terremoto
Al menos 1 411 personas murieron y 3 124 resultaron heridas tras el terremoto de magnitud 6.0 que sacudió la noche del domingo 31 de agosto de 2025 en la provincia oriental de Kunar y otras regiones cercanas de Afganistán. El Gobierno de los talibanes confirmó la cifra este martes 2 de septiembre y señaló que la emergencia afecta a miles de familias.
El portavoz principal del Ejecutivo talibán, Zabihullah Mujahid, informó en X que los distritos de Nurgal, Chawki y Asadabad se cuentan entre las zonas más dañadas. Estas áreas rurales, fronterizas con Pakistán, sufrieron la destrucción de al menos 5.412 viviendas.
Rescate y situación en hospitales
La Media Luna Roja Afgana advirtió en redes sociales que muchas personas siguen atrapadas bajo los escombros y que los equipos de rescate continúan trabajando. El coordinador humanitario de la ONU en Afganistán, Indrika Ratwatte, alertó que la cifra de víctimas podría aumentar. La organización calcula que el desastre afecta ya a más de 12 000 personas.
“Hoy es el segundo día desde el terremoto, han pasado más de 32 horas, y los heridos siguen llegando”, explicó a EFE el doctor Sharif Khamosh, del Hospital Regional de Nangarhar, en Jalalabad. Según dijo, todavía reciben reportes de personas atrapadas bajo los restos de las viviendas. “Algunos ya han muerto, y solo esta mañana tres aeronaves trajeron heridos al hospital”, añadió.
Este martes, una larga fila de vehículos avanzaba por las carreteras de montaña para llegar a las aldeas de Kunar. Al mismo tiempo, helicópteros trasladaban suministros de ayuda y evacuaban a heridos hacia distintos hospitales. Durante un recorrido, EFE constató atascos en la vía de doble dirección: unos vehículos transportaban víctimas y otros llevaban asistencia a las zonas devastadas.
Los helicópteros de la administración talibana evacuaban a los heridos hacia Jalalabad y Asadabad, mientras maquinaria pesada despejaba carreteras bloqueadas por deslizamientos de tierra.
Daños materiales y ayuda internacional
La destrucción alcanzó viviendas, escuelas, mezquitas, tierras agrícolas y ganado. Estas pérdidas agravan la vulnerabilidad económica de miles de familias rurales. La Oficina de Coordinación Humanitaria de Naciones Unidas (OCHA) identificó como necesidades urgentes refugios temporales, agua potable, medicinas y alimentos de emergencia.
La ONU liberó cinco millones de dólares de su fondo global de respuesta. El Reino Unido anunció un millón de libras en ayuda inmediata, mientras India envió un millar de carpas y toneladas de alimentos. También China, Pakistán, Irán, Egipto y la Unión Europea ofrecieron apoyo.
Afganistán enfrenta grandes dificultades para responder a la catástrofe. El país arrastra una crisis económica severa y un sistema sanitario debilitado por la falta de recursos. A esto se suman las restricciones impuestas por el régimen talibán y la reducción de la ayuda internacional en los últimos dos años.
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