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Peritaje confirma cadena de mando en secuestro de Balda

El seguimiento y posterior secuestro de Fernando Balda el 13 de mayo de 2012 provino de “la ejecución de órdenes directas dentro de una cadena de mando estructurada con varios niveles de planificación y ejecución”.

Esa es una las inferencias a las que llegó el perito que analizó la cadena de mando y la estructura estatal a la que pertenecían los exagentes Raúl Chicaiza y Diana Falcón, acusados de secuestro y asociación ilícita.

En el documento de 85 páginas del 11 de julio, conocido por los abogados de los seis procesados la anterior semana, se identifica la cadena desde la Presidencia hasta los ejecutores del plagio ocurrido en Bogotá.

Allí se explica que los seis responsables del secuestro mantuvieron reuniones con Chicaiza y Falcón, quienes coordinaban las acciones en Colombia.

En el momento del operativo, los dos se encontraban al mando del director general de Inteligencia, Fausto Tamayo, como certifica un oficio del 10 de mayo de 2018, donde se dispone que los dos policías pasen al control de Tamayo y “a disposición del Mando Institucional Policial y de la Senain (Secretaría Nacional de Inteligencia)”.

A la par, según las versiones anticipadas de Chicaiza y Falcón, “ambos se encontraban bajo la línea de mando del señor Pablo Romero Quezada, secretario nacional de Inteligencia”, “que tenía como superior jerárquico directo al presidente de la República” Rafael Correa, señala el peritaje.
Análisis pericial
Los elementos recabados por la Fiscalía, según el peritaje, “permiten inferir” que los exagentes estaban bajo el mando de Romero, recibían órdenes de él y le reportaban sus actividades en Bogotá.

También que “las disposiciones emitidas por el secretario de Inteligencia fueron ordenadas, conocidas y autorizadas por el presidente, Rafael Correa” y que los pagos que realizó Raúl Chicaiza a los ciudadanos colombianos sentenciados por el secuestro de Balda “fueron obtenidos de fondos públicos a cargo de la Senain”.