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Fondos para reconstrucción se usaron para polemico puente en Mataje

El viaducto está en el extremo norte de un desvío asfaltado que empieza 18,1 kilómetros antes, en la denominada Y de Mataje, en la carretera principal que va de Ibarra (Imbabura) a San Lorenzo (Esmeraldas).

Antes era una vía de piedras y tierra; sin embargo, desde junio del año pasado es una carretera de primer orden, con señalética, cunetas, drenaje, alcantarillas y rellenos, que costó, incluyendo el puente de 68,3 metros de largo y 10,7 de ancho, 12,9 millones de dólares.

El contrato de reconstrucción de esta vía y del levantamiento del puente fue suscrito el 11 de agosto de 2016 por Omar Chamorro, delegado del Ministerio de Obras Públicas (MTOP), y Santiago Báez, del Consorcio Río Mataje, reseñó ayer el Diario El Universo.

En la cláusula séptima del contrato, cuya copia reposa en la Notaría Tercera del cantón Ibarra, se señala que el MTOP, a través de la Subsecretaría Zonal 1 y la Dirección Provincial de Esmeraldas, “pagará al Consorcio Río Mataje el valor del presente contrato… con recursos provenientes de la Ley Orgánica de Solidaridad y de Corresponsabilidad Ciudadana para la reconstrucción de las zonas afectadas por el terremoto de abril (del 2016)”.

Esto, a pesar de que, si bien Esmeraldas fue una de las provincias declaradas en emergencia, incluso con Estado de Excepción, para agilizar la transferencia de fondos a raíz del terremoto, las zonas de San Lorenzo y Mataje no presentaron mayores daños ni urgencias en comparación con poblaciones fronterizas con Manabí, como Chamanga y Muisne, donde colapsaron gran parte de su infraestructura y el sistema de servicios básicos.

Durante el gobierno de Rafael Correa se destacó a este puente como el tercero de la integración fronteriza, que se sumaría al de Rumichaca, en Carchi, y al que cruza el río San Miguel, en Sucumbíos.

Sin embargo, en la práctica, la infraestructura levantada no logró del todo ese objetivo.  El compromiso, asumido incluso por el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, fue que se complementaría el proyecto con un tramo que la conecte con la población de Espriella, en Colombia, pero que no avanzó en los términos acordados. Del lado ecuatoriano, la obra tardó menos de un año, con fondos para la reconstrucción del terremoto. (RVD)

Fuente:http://www.lahora.com.ec