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El pleno empleo cae y la informalidad aumenta en el mercado laboral ecuatoriano
Hasta marzo de este año, el Gobierno esgrimía, como un logro de su gestión, que 243.000 personas hubieran obtenido pleno empleo. Sin embargo, el último estudio del Instituto Ecuatoriano de Estadística y Censos (INEC), con corte a junio, mostró una realidad distinta: un aumento de la informalidad.Comparando el periodo entre junio de 2017 y junio de 2018, el número de personas con pleno empleo cayó de 3’267.363 a 3’105.674. En este grupo están quienes trabajan ocho horas diarias o al menos cobran el sueldo básico. En otras palabras, 161.689 ecuatorianos empeoraron su situación laboral en el último año.
Verónica Austudillo, consultora laboral y económica, explicó que esta situación tiene varias causas: una continua disminución de la demanda de los hogares, la incertidumbre por el real impacto de la Ley económica, una inflación negativa por 10 meses seguidos y la falta de concreciones para enfrentar el déficit Fiscal.
Aunque ha habido un cambio de rumbo y mayor transparencia en las cifras, todavía existe mucha incertidumbre sobre el rumbo de la economía. Estamos en una época de transición, luego de vivir más de 10 años con el Estado como motor de la economía”, analizó.
Sobre la inflación negativa por 10 meses, especificó que, aunque no significa que la economía no se mueva, refleja un crecimiento cada vez menor y que los compromisos de inversión todavía no se evidencian.
Otros indicadores
Pero hay más. De los 8 millones de ecuatorianos económicamente activos, el porcentaje de empleados plenos pasó del 40,1% en junio de 2017 al 38,9% en junio de 2018. A esto se añade, según el INEC, que el empleo en el sector informal pasó del 45% al 47,5%.
“El objetivo de equilibrio fiscal es importante e inevitable, pero el Gobierno también debe pensar en medidas potentes para incentivar al sector privado para generar empleo”, dijo Olmedo Vizcarra, empresario del sector comercial.
Este deterioro en el empleo pleno se da, aunque el plan de optimización y reducción del tamaño del Estado, al momento, ha tenido su mayor impacto a nivel de puestos de asesores. Por esto, el trabajo público solo experimentó una pequeña disminución del 8,9% al 8,1%.
Del otro lado, el INEC registró disminuciones tanto en el desempleo como en el subempleo. En el primer caso, 35.967 personas dejaron de considerarse desempleadas, mientras 124.204 ya no fueron contabilizadas como subempleadas. (JS)
También aumentó la pobreza
El INEC señaló que entre diciembre de 2017 y junio de 2018 la pobreza por ingresos pasó de 21,5% a 24,5%, mientras que la pobreza extrema registró un aumento de 7,9% a 9%.
Las ciudades que presentaron mayores variaciones en los niveles de pobreza por ingresos fueron Quito, que subió del 7,8% a 12,8%, y Cuenca, que bajó del 7,8% a 2,8. Asimismo, la capital es la que presenta mayor tasa de pobreza extrema, con un 4,6%, mientras que Cuenca presenta la menor, con un 0,2%.
Desde junio pasado se considera que una persona es pobre si percibe un ingreso familiar per cápita menor a 84,72 dólares mensuales y que se encuentra en pobreza extrema cuando gana menos de 47,74 dólares, informó el INEC.
El análisis de las cifras
° Pedro Medina, economista y experto estadístico, aseveró que la calidad de las cifras debe ser evaluada, porque, al mismo tiempo que bajan dos categorías, en valores similares suben otros rubros.
“La suma de empleos no remunerados, otro empleo no pleno y empleo no clasificado aumentó en 153.117 personas durante el último año. La pregunta que se debe hacer es si una parte de la gente que dejó de registrarse en el desempleo o subempleo pasó a estas otras categorías”, cuestionó.
Añadió que el mercado laboral sigue teniendo un importante y creciente factor de informalidad que conforma un círculo vicioso con el crecimiento económico y la generación de empleo. “Entre más empleos informales, hay más inestabilidad y menos consumo de los hogares, lo que al final desincentiva la inversión y el crecimiento”, concluyó.
Fuente:http://www.lahora.com.ec
