NOTICIA

Docentes aplicarán una modalidad híbrida en este ciclo

Los maestros del José Engling darán clases por separado a los alumnos de presencial y virtual. Foto: Cortesía Colegio Engling

Para enseñar a sus alumnos de básica sobre los presidentes de Ecuador, en la clase de Sociales, la maestra Cecilia Flores planifica que los chicos de la modalidad ‘online’ formen equipos en salas virtuales. El resultado del proyecto, cuenta, podría ser un clip de grabación o una revista digital.

Mientras que, en el aula, los estudiantes también formarán equipos pero estarán cara a cara y usarán materiales como carteles para intercambiar ideas y exponerlas al salón.

Esas clases no serán simultáneas, ya que en su plantel particular, el José Engling, de Quito, los docentes trabajarán en un horario, solo con los alumnos de la modalidad virtual, y en otro con los presenciales.

Así lo planificaron para mantener la atención de todos los estudiantes, señala Cristina Donoso, directora académica. En el Engling, de alrededor de 750 estudiantes, unos 600 asistirán a clases presenciales, de manera escalonada, desde hoy.

El Alberto Einstein arrancó el ciclo 2021-2022, el jueves. En este plantel particular de Quito optaron por la misma metodología del Engling para el preescolar y la primaria. Mientras tanto, para la escuela media y el bachillerato, los chicos que estudian desde casa se conectan, a través de cámaras, al aula en donde se dicta la clase presencial. Así lo detalló Julia Álvarez, de admisiones.

El ciclo escolar 2021-2022 arranca a lo largo de esta semana en la Sierra Amazonía, en donde se registran
97 112 docentes. De ellos, 13 345 pertenecen a 1 652 instituciones educativas que cuentan con autorización para hacer uso progresivo de sus instalaciones. En total hay 6 722 establecimientos en este régimen educativo.

Uno de los desafíos de los maestros que trabajarán en modalidad híbrida es de carácter técnico, dice Claudia Tobar, directora del Instituto de Enseñanza y Aprendizaje (IDEA), de la U. San Francisco. “El docente tiene que saber manejar cámara web, parlante y cualquier herramienta de comunicación con los estudiantes”.

Además, señala que no tendrán que hablar durante toda la clase, sino propiciar actividades en las que, tanto el grupo virtual como el presencial puedan sentirse activos y no solo espectadores.

“Tenemos que generar oportunidades para que los chicos que están en casa comenten, para que los que están en el aula los escuchen y se retroalimenten entre sí”.

En Azuay, 52 de los 280 planteles educativos se preparan para empezar el año lectivo con la modalidad de semipresencial. En este grupo están los colegios particulares Alemán Stiehle y Santa AnaRosa de Jesús Cordero y Borja.

El Alemán Stiehle y Santa Ana de Cuenca tienen experiencia en el retorno progresivo, porque a finales del año lectivo anterior trabajaron con esta modalidad. Desde las aulas, los docentes impartían sus clases para los estudiantes presentes y los que estaban conectados desde sus hogares.

En el caso del Alemán adecuaron los espacios comunales y las salas para ajustarse a los protocolos de bioseguridad. En las aulas hay mobiliario unipersonal, cámaras de video giratorias y pizarras inteligentes para conseguir una mejor conectividad y pedagogía.

De esta forma se aseguran de que los profesores puedan mirar de frente a sus alumnos en el aula y en sus hogares, dice la rectora, Gloria Cajas.

Ella reconoce que para los maestros es un reto trabajar con los dos sistemas a la vez, pero que han sido capacitados y están preparados. Anthony estudia en este colegio y este año lectivo irá presencial “porque el año anterior fue complicado el aprendizaje”.

Según la rectora, los protocolos y la nueva forma de enseñanza han dado confianza. Alrededor de 700 de los 800 alumnos han confirmado el retorno voluntario. El año anterior fueron unos 400.

Para Susana, maestra de un colegio fiscal de Cuenca, trabajar con las dos modalidades exige un mayor esfuerzo porque deberán estar pendientes de dos aulas, las inquietudes que se presenten desde dos espacios diferentes y eso podría distraer a los otros.

María Ortega, representante de un estudiante de un colegio particular de Cuenca, dice que hay una necesidad de aprendizaje y es necesario ajustar los vacíos de conocimientos que han dejado estos casi dos años de la pandemia.

Fuente:http://www.elcomercio.com