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«Parasite» y otras cinco películas imprescindibles de Bong Joon-ho.

Luego de las cuatro estatuillas logradas en los Premios Óscar por su perversa fábula sobre la lucha de clases y el voraz capitalismo, el cineasta surcoreano ya venía filmando grandes trabajos desde hace casi dos décadas.

Con su cinta «Parasite», y su histórico triunfo en los Óscar, Bong Joon-ho ha conseguido que el mundo del cine hable coreano. Pero el coreano tiene cinco películas que todo cinéfilo debe ver.

Memories of murder

Bong Joon-ho firmó un poderoso y oscurísimo thriller protagonizado por su actor fetiche, Song Kang-ho, el padre de «Parasite», con el que logró la Concha de Oro en el Festival de San Sebastián y con el que su nombre comenzó a ser conocido no solo por los amantes del cine asiático.

The Host

El cineasta surcoreano probó suerte en el género de terror con este imprevisible filme de monstruos con el que en 2006 rompió la taquilla coreana. Una película con grandes virtudes técnicas que se convirtió en una cinta de culto instantánea y que estaba protagonizada, de nuevo, por un en este caso rubicundo Song Kang-ho.

Mother

Bong Joon-ho regresó al thriller por la puerta grande con esta cinta protagonizada por una inmensa Hye-ja Kim (mejor actriz el año para la Asociación de Críticos de Los Ángeles) que da vida a una madre coraje capaz de remover cielo y tierra, esto último literalmente, para demostrar la inocencia de su hijo, un singular joven sin muchas luces acusado de un terrible asesinato.

Okja

El artista realizó un drama fantástico y ecologista el cual relata la historia de una niña y su cerdo gigante, esta historia tiene simbolismo y moraleja que cuenta con rostros tan conocidos como los de Tilda Swinton, Jake Gyllenhaal o Paul Dano y que pone el foco en el maltrato animal y en la voracidad de la industria cárnica y el consumo desmesurado.

Parasite

La película es una crítica a las agudas diferencias de clase en una sociedad capitalista y desigual que, sorprendentemente, no es ni el Brasil donde conviven las favelas y las mansiones; ni tampoco el Estados Unidos donde el 1% de la población acumula un quinto de la riqueza del país.

 La historia de una familia que vive en un humilde semisótano, que se las ingenian para sacarle dinero a los privilegiados que residen en una casa de diseño, está ambientada en Seúl, la capital de Corea del Sur.