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Madre de niña de 8 años con dengue hemorrágico: Los médicos me dijeron ‘su hija está viva de milagro’, ella no paraba de sangrar y bajar plaquetas

Los niños y jóvenes representan un 62% de los casos actuales del dengue en Ecuador

Viviana, residente del sur de Guayaquil, pasó los 15 días más duros de su vida: su hija de 8 años casi muere a causa de las complicaciones de dengue del tipo grave o hemorrágico, enfermedad infecciosa que ha aumentado en la población infantil en este año.

Según la Gaceta Vectorial del Ministerio de Salud (MSP) hasta el 15 de junio, se han notificado 12.228 casos de dengue en Ecuador. De esa cifra, 7.585 corresponden a pacientes bebés menores de un año hasta jóvenes con 19 años. Es decir, este grupo es el 62 % del total de los casos reportados hasta el momento en el país.

Y de estos pacientes también se registran víctimas mortales, como una joven de 19 años que murió el pasado lunes a causa de dengue hemorrágico, en el sector de Socio Vivienda, noroeste de Guayaquil.

Ese no fue el caso de la hija de Viviana, pero los síntomas sí fueron similares: fiebre por encima de los 38 grados y dolor estomacal. Estas molestias iniciales continuaron el sábado y ella fue a la farmacia, le explicó a un farmacéutico los síntomas de la niña y le recetó ibuprofeno y otra pastilla más.

“Yo se las di confiada y eso la empeoró porque luego vi sangre en sus heces, también empezó el sangrado, que no paraba, por sus encías, ya estábamos desesperadas. Fuimos a un centro médico y al ver este cuadro la mandaron al hospital Teodoro Maldonado Carbo y allí le detectaron plaquetas bajas, igual me la mandaron con medicación y que regrese en dos días para el control”, recordó.

Sin embargo, la situación seguía agravando. “Fuimos al control y revisaron que sus plaquetas habían bajado mucho más, de forma considerable. Me la derivaron en ambulancia a Los Ceibos porque no paraba el sangrado, las plaquetas no subían, bajaban mucho… Allí estuvo hospitalizada diez días. Mi hija estuvo al borde de la muerte, como me dicen los doctores, ‘tu hija está viva de milagro’, fueron muchos días fatales porque no dejaba de sangrar, su fiebre de 40 y las plaquetas bajaban”, contó la mujer.

Añadió que pese a que lograron salvarla, el dengue hemorrágico dejó secuelas en su hígado que ahora están tratando. Este es uno de los 400 casos de dengue entre niños y adolescentes que ha atendido el hospital Teodoro Maldonado Carbo (HTMC).

Pravda Frías, jefa de la Unidad de Emergencia Pediátrica del HTMC, explicó que se reportó un aumento de casos de dengue hemorrágico desde que comenzó la pandemia por COVID-19. Hay un promedio de 90 pacientes pediátricos atendidos mensualmente por presentar manifestaciones de alarma como náuseas, dolor abdominal, dificultad respiratoria , sangrado nasal, taquicardia, entre otros síntomas.

Expuso que de un promedio de 40 niños atendidos a diario en el consultorio de emergencia pediátrica del HTMC, ocho presentan dengue, de los cuales 3 o 4 se ingresan como dengue con signos de alarma, y de estos 1 o 2 presentan dengue hemorrágico.

“Cuando las mamás piensan que ya bajó la fiebre y que no está pasando nada, ahí comienza una fase crítica y se van complicando los órganos gastrointestinales”, dijo.

A nivel privado también se presentan casos de dengue. Por ejemplo, el pediatra Vladimir Vélez indicó que en mayo tuvo 17 niños enfermos por dengue y 14 en lo que va del mes. “Llegan con una fiebre rompehuesos, es una fiebre que sobrepasa los 38,5 grados, es postrante, dolor de cabeza y quemazón ocular. Hay niños menores de dos años que vienen con irritabilidad extrema, con fiebre más diarrea, la deshidratación es inmediata, esos bebitos se van a descompensar”, lamentó el especialista.

Añadió que por esto, en este momento, todo proceso febril mayor a 38 grados en niños debe descartarse el dengue, porque incluso el COVID-19 no causa tantas molestias en niños, a no ser que tenga una enfermedad de base complicada.

Él alertó a las familias de niños que no subestimen la infección, ya que se pueden dar casos de dengue más COVID-19 y cuando se unen las dos infecciones los pacientes pueden complicarse muchísimo, como una niña de 9 años que falleció en diciembre pasado a causa de estos dos virus.

Además, refirió que muchos de los casos de dengue grave son porque hay una automedicación al niño y no se lo lleva a tiempo a la atención. “Si ese dengue es mal manejado, mal diagnosticado con antiinflamatorios, ocasionan una mala respuesta del organismo, pueden ser inductores del sangrado y provocar más signos de alarmas. Por eso, los bebitos llegan sangrando, deshidratados y cuando eso pasa es porque las plaquetas están bajas, por debajo de 50.000 puntos. Incluso necesitan hemoderivados, trasfundir plaquetas para que deje de sangrar, el dengue grave no se puede tratar en casa”, aconsejó.

Proceso del dengue

La doctora Mildred Zambrano Leal, vocera del departamento de infectología del hospital Roberto Gilbert, comentó que los pacientes desarrollan fiebre alta y repentina. Y la fase febril aguda dura de 2 a 7 días y suele acompañarse de enrojecimiento facial, eritema, dolor corporal generalizado, mialgias, artralgias, cefalea y dolor retro-ocular. Pueden presentarse manifestaciones hemorrágicas menores, como petequias y equimosis en la piel. Los pacientes que mejoran después de que baja la fiebre, se consideran casos de dengue sin signos de alarma.

Añadió que los problemas que pueden presentarse en la fase febril son la deshidratación; la fiebre alta puede asociarse a trastornos neurológicos y convulsiones en los niños pequeños.

Mientras, en la fase crítica, Zambrano detalló que cuando la temperatura desciende a 37,5 grados centígrados o menos y se mantiene por debajo de este nivel, por lo general, en los primeros 3 a 7 días de la enfermedad, puede aumentar la permeabilidad capilar paralelamente con los niveles del hematocrito. Esto marca el comienzo de la fase crítica. Los pacientes que empeoran con la caída de la fiebre y presentan signos de alarma, son casos de dengue con signos de alarma con choque por la extravasación de plasma, hemorragias graves, compromiso serio de órganos.

En cambio, en la fase de recuperación hay una mejoría del estado general, se recupera el apetito, mejoran los síntomas gastrointestinales, se estabiliza el estado hemodinámico y se incrementa la diuresis. Los problemas que pueden presentarse en esta fase son hipervolemia (si la terapia intravenosa de fluidos ha sido excesiva o se ha extendido en este período).

¿Cómo evitarlo?

Médicos indicaron que para evitar que más adultos y niños se enfermen de dengue se debe tener una buena limpieza en los domicilios, sacar objetos que contengan agua, sitio propicio para la reproducción de larvas. Estos son aguas de floreros, llantas, maceteros, entre otros objetos. También se recomienda que se limpien tachos, tanques y cisternas para evitar que haya más mosquitos.

Si hay algún enfermo con dengue en casa, hacer que esa persona duerma con toldo para evitar que otro mosquito le pique y vuelva a picar a otra persona más, contagiando con el virus a más personas. (I)

Fuente:http://www.eluniverso.com