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Chicos que padecen cáncer del hospital Solca de Quito se graduaron

En 2016, Josué Guadalupe estaba en cuarto curso y pensó que iba a perder el año, porque faltó a muchas clases. Le diagnosticaron leucemia y, además de otros aspectos, su rutina de estudios cambió radicalmente. Entre los viajes desde Milagro, donde vive, hacia Quito, donde recibe el tratamiento en el hospital de Solca, encontró una opción para estudiar. Todo ese trayecto lo recordó ayer cuando se graduó de las Aulas Hospitalarias junto a 10 compañeros que, como él, han decidido no rendirse frente al cáncer ni cederle un solo espacio de sus vidas. El guerrero de 17 años llegó a la ceremonia de reconocimiento con su abuela Narcisa Valencia, quien suele acompañarlo a las quimioterapias. 

Minutos antes de la actividad, comentó que se sentía feliz y también un poco triste, pues recordaba a un amigo que conoció en estos años y con quien hubiera querido graduarse, pero no pudo porque falleció. “Voy a seguir adelante por mi familia y también por él”, dijo Guadalupe. 

Programa        
Ya en la ceremonia, el presidente del Núcleo de Quito de Solca, Jorge Cevallos, destacó la importancia de que los chicos terminen sus estudios y no tengan una vida truncada. Recordó que el hospital fue el primero que implementó el programa hace 14 años y que, en ese tiempo, han tenido mucho apoyo del Ministerio de Educación y del Comité de Damas Voluntarias.

La ministra de Educación, Monserrat Creamer, también estuvo presente y felicitó a los graduados. Mencionó que el Programa de Atención Educativa Hospitalaria y Domiciliaria inició en 2016 y que funciona en 78 establecimientos de Salud a escala nacional.

En representación a los nuevos bachilleres, Karina Rosero pronunció un breve discurso en el que agradeció a los padres y madres, a las profesoras, doctores y autoridades, y motivó a sus compañeros a seguir adelante con sus sueños.

Durante la actividad, también se entregaron tres certificados post mortem a los familiares de estudiantes que no pudieron concluir con sus estudios.
Anécdotas
Desde el público, Mayra Galarza veía a sus alumnos con orgullo. Ella es una de las dos maestras que trabajan en Solca y empezó con las clases en las Aulas Hospitalarias desde la primera promoción.

Comentó que la experiencia en el programa ha sido una maestría completa en formación humana, pues su trabajo está enfocado en la atención integral y no solo pedagógica. Sus semanas transcurren entre las habitaciones de los pacientes. Para la docente, su labor es gratificante aunque a veces se tenga que atravesar por situaciones tristes como la pérdida de un estudiante.

Después de haberse graduado, los jóvenes enfrentarán nuevos retos. En octubre, Josué empezará a estudiar Mecatrónica en la universidad y Valencia lo describió como un ejemplo de valentía y superación constante: “Siempre está activo en cursos y es profesor de catecismo”, contó. Él es el primero de tres hermanos y su primer nieto. La enfermedad ha hecho que la familia se vuelva muy unida y nunca lo abandone. (PCV)

Fuente:http://www.lahora.com.ec