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Tuárez descalifica proceso de juicio político en su contra

El fraile dominico, como se identificó el presidente del Consejo de Participación Ciudadana, José Carlos Tuárez, llegó ayer a la Comisión de Fiscalización para negar todas las acusaciones en su contra. Tenía que entregar las pruebas de descargo dentro de dos procesos de juicio político.
Pero él lo llamó “intento de juicio político”, sin sustento jurídico, nacido de un “sentimiento de animadversión” de los asambleístas que propusieron la investigación: Fabricio Villamar, Jeannine Cruz y Raúl Tello. 

Pero aunque dijo que la información que consta en el expediente y en las declaraciones de los legisladores son “afirmaciones antojadizas por antipatía”, tuvo que responder durante alrededor de dos horas a sus preguntas.

Lo hizo después de leer su defensa con dificultad, trabándose, durante 26 minutos. Mientras los consejeros Victoria Desintonio, Rosa Chalá y Walter Gómez esperaban su turno de presentar su descargo.
Lo que dijeron
Según Tuárez, su proceder “siempre ha sido recto”. Dijo que no habría presentado documentos falsos para ser candidato a consejero, que tampoco es representante legal de ningún culto religioso y que nunca ha intentado intervenir en otras funciones del Estado ni ha violado el principio de ética laica.

Dijo que “no se ha quedado impávido” ante la investigación de casos de corrupción, frente a la acusación de que no ha cumplido sus funciones. Agregó que no se fue en contra de una disposición de la Corte Constitucional (CC) al resolver crear una comisión para evaluar lo decidido por el Consejo de Participación transitorio. “La comisión jamás se conformó”, alegó.

Pero sus argumentos no fueron suficientes para los legisladores, quienes le insistieron que aclarara su accionar. “Aquí no hay antipatías”, le respondía el legislador Fausto Terán (AP) y le preguntaba: “¿Pertenece a alguna congregación religiosa?”.

“No es un intento de juicio político, estamos sustanciando un proceso”, le recalcó Daniel Mendoza (AP), quien lamentó que en lugar de trabajar, Tuárez se haya dedicado al proselitismo político.

La sesión seguía sin interrupciones, solo con unos cuantos sobresaltos cada vez que se escuchabam estallidos en los exteriores de la Asamblea, donde un grupo de simpatizantes de Tuárez, con violencia intentaba ingresar al Palacio. La prensa fue agredida, al igual que miembros de la Policía, que retuvieron a varias personas que pasaron el primer control al intentar llegar a la Comisión.
Conclusión
“Para que esté tranquilo, Don Fabricio Villamar”, le decía Tuárez al asambleísta, quien como último interviniente le pidió que no intente incluir en la Ley algo que no está escrito, en relación a no ser representante legal de un culto religioso, cuando la norma solo establece ser representante, y le cuestionaba sí se benefició de entregar documentos falsos.

Llegando casi a las tres horas de la sesión, el ambiente tensionado del inicio se relajaba con las declaraciones de Tuárez, quien decía que sí era representante de la Iglesia cuando se tomaban los sacramentos. Tras lo que ingresó documentos para rechazar los argumentos de Villamar.

Para finalizar, les desafió al preguntar a los legisladores “¿Ustedes son jueces?”. Johanna Cedeño, presidenta de la Comisión le recordó que él era el interpelado. (AGO)

Fuente:http://www.lahora.com.ec