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Sistema penitenciario de Ecuador, de emergencia a terapia intensiva

En lo que va del año, se han registrado 32 muertes violentas dentro de las cárceles del país, en 2018 fueron 20. La persistencia de estos hizo que, del 16 de mayo al 15 de agosto, el Gobierno declarará Estado de Excepción en el sistema carcelario; luego de reportarse hacinamientos, riñas e intentos de fuga dentro de las prisiones a escala nacional. 

Sin embargo, al siguiente día de haber finalizado la medida, en la cárcel de El Inca (Quito) hubo un muerto y tres fugados. El último deceso fue el del exmilitar Telmo Castro, nexo en Ecuador del narcotraficante mexicano Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán.

Castro fue asesinado, con 15 puñaladas, el 2 de diciembre, dentro de su celda, en la Cárcel Regional Guayas.
Agravantes 
El hacinamiento y el presupuesto destinado al sistema penitenciario han sido temas de debate. En entrevistas pasadas, Ernesto Pazmiño, exdirector del servicio de Rehabilitación Social, indicó que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) recomienda dentro de sus normas para el sistema carcelario, que no puede haber más de 500 internos en una prisión. Sin embargo, la cárcel de Latacunga sobrepasa los 5.000 reos.

Pazmiño aseguró que la falta de presupuesto es otra de las problemáticas. En 2019, la entidad encargada de este sector era el extinto Ministerio de Justicia, al que se le destinaban 117 millones de dólares, de los cuales el 90%, según el exfuncionario, se contemplaban para el sistema penitenciario; es decir, 105 millones.

El 16 de noviembre, en una visita a la cárcel de Ibarra, Edmundo Moncayo, director general del Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de Libertad (SNAI), declaró que la partida presupuestaria de este año fue de 117 millones, de los cuales, unos 47 millones se destinan a la alimentación de los reclusos.

Déficit de guías 
Ricardo Camacho, exsubsecretario de cárceles, asegura que el presupuesto no ha sido suficiente, una muestra de eso es el déficit de guías penitenciarios. “Como mínimo deberíamos tener 4 mil y no llegamos a los 2.500. El Estado ha tenido que quitar policías de la calle para dar apoyo”.

A Camacho le sorprende que en la proforma del presupuesto para 2020, el rubro destinado a SNAI sea de 98,4 millones. Pues habría una reducción de aproximadamente 7 millones lo que, a decir del experto en seguridad, agravaría más la ya fraccionada realidad de las cárceles. “Limitaría la adquisición de equipos de vigilancia y tecnología necesaria”. (AVV)  

Rehabilitación autosustentable
°  Camacho señala que es importante tener cifras oficiales de reincidencia de los infractores. “En mi opinión profesional por lo menos el 40% vuelve a delinquir al salir de la cárcel”.

Lo óptimo, dice Camacho, es hacer programas de rehabilitación social autosustentable. Es decir, que los presos trabajen y reciban un salario. Esto permitiría que puedan compensar a las víctimas y tener dinero ahorrado al salir de la cárcel. “Este sistema ha funcionado en Chile y ha disminuido el índice de reincidencia de los presidiarios”, destaca.

Fuente:http://www.lahora.com.ec