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Renegociar la deuda pública y focalizar el subsidio a los combustibles son las dos opciones del próximo Gobierno para liberar recursos para seguridad y obra pública

El déficit fiscal (más gastos que ingresos) está en aumento. Sin dejar de pagar las deudas, se debe buscar alivio y plazos más largosEn un año y medio, el próximo presidente de la República no tendrá suficiente tiempo para emprender la mayoría de las reformas económicas estructurales que necesita el país (laboral, seguridad social, inversiones)

Además, como ha publicado LA HORA, en 2024 tendrá que trabajar con el presupuesto prorrogado que aprobó el Gobierno de Guillermo Lasso para 2023.

El campo de acción es limitado. Sin embargo, como ha dicho el exministro de Economía, Mauricio Pozo, esto no quiere decir que no se conseguirá liberar recursos para lo realmente importante como la seguridad y la obra pública.

El reto es complejo; los bancos de inversión y los inversionistas internacionales ven una probabilidad de hasta el 92% de que Ecuador incumpla el pago de sus deudas en los próximos cinco años, debido al creciente déficit fiscal (más gastos que ingresos en el Presupuesto General del Estado) y un crecimiento económico de menos del 2%, entre otros factores.

En este escenario, el próximo presidente tiene en sus manos, sin tener que pasar por la nueva Asamblea, dos grandes medidas para reducir el gasto en deuda y subsidios.

El peso de la deuda

El nuevo habitante de Carondelet, desde diciembre de 2023, deberá tener pensado un plan para que, de manera inmediata, se pueda buscar la renegociación de la deuda externa en bonos.

Esa deuda actualmente asciende a $15.500 millones, y aunque el Gobierno de Lasso la redujo en $1.000 millones mediante el último canje para conservación de las islas Galápagos, todavía representa un peso grande para una caja fiscal donde cada mes falta alrededor de $273 millones para cubrir todo el gasto público.

Los bonos de deuda externa se renegociaron en agosto de 2020, durante el Gobierno de Lenín Moreno. En ese momento, se justificó la renegociación por el golpe terrible de la pandemia; y se buscó el aval de organismos como el Fondo Monetario Internacional (FMI).

El próximo presidente debe explicar, tanto a tenedores como inversionistas internacionales, que Ecuador está enfrentado el flagelo de la delincuencia de las bandas de crimen organizado y el narcotráfico.

De acuerdo con Pozo, se debe apuntar a conseguir un alivio por un periodo de tiempo considerable. Actualmente se pagan más de $4.000 millones anuales solo por vencimiento de deudas y ese monto irá en incremento hasta superar los $9.000 millones en 2026.

LA HORA ya ha publicado que, solo entre 2024 y 2027, los pagos por el llamado servicio de la deuda sumarán $32.200 millones.

Alberto Rivas, economista y consultor internacional, comentó que los inversionistas internacionales esperan que el próximo Gobierno no implante un modelo de gasto populista y descontrolado; y respete las reservas del Banco Central.

“A cambio de un manejo responsable y transparente; y del acompañamiento de los organismos multilaterales, se puede lograr que los pagos de deuda sean menores en los próximos años y se pueda destinar más recursos a los importante”, puntualizó.

A la par, según el exministro Pozo, se debe buscar una renegociación de los pagos con los multilaterales y una revisión de la deuda con el Banco Central y el IESS para que, sin dejar de cumplir, se establezcan plazos largos y cuotas más pequeñas.

La clave será explicar con claridad que el país tiene un déficit fiscal de entre $4.000 millones y $5.000 millones; y ha tenido que aumentar el gasto en más personal de seguridad, entre otros temas.

Los combustibles

En entrevista con LA HORA, el actual ministro de Energía, Fernando Santos Alvite, aseguró que se dejarán al próximo Gobierno varias opciones de focalización del subsidio a los combustibles para que se tome la mejor decisión posible.

Ante el casi nulo espacio para subir impuestos en medio de la crisis económica y de seguridad, reducir el gasto anual en esos subsidios podría librar miles de millones.

La idea es que solo los sectores más pobres y el transporte vinculado a la producción tengan precios cubiertos en parte por el Estado; pero la mayoría pague precios reales.

El próximo Gobierno debe actuar rápido y explicar bien la situación del país; además del beneficio de tener más espacio fiscal para destinar recursos a lo más urgente como la obra pública.

Incluso, si gana el sí en la consulta popular sobre la no explotación de ITT, se debe enfocar el debate sobre la protección medioambiental, la transición energética y la defensa de la dolarización.

“Es insostenible seguir subsidiando los precios de los derivados de petróleo, tanto por razones de protección medioambiental como por argumentos fiscales”, puntualizó Pozo.

Se han gastado más de $8.055 millones en subsidios a los combustibles entre 2018 y 2022.  Eso equivale al total de la deuda actual que tiene el país con el FMI. Hasta finales de 2023, podría superar los $10.600 millones.

Un plan realista para focalizar los subsidios a los combustibles abonaría para convencer a los inversionistas internacionales de que Ecuador está comprometido con mantener el orden de sus finanzas públicas. (JS)

Existen más posibilidades de que no regrese el populismo

Desde el 8 de agosto pasado (cuando ocurrió el asesinato de Fernando Villavicencio) hasta el 13 de agosto, el riesgo país bajó de 2.033 puntos a 1.822 puntos.

Además, el precio de los bonos ecuatorianos obtuvo su mejor resultado en el último mes.

El país sigue siendo uno de los más riesgosos de la región, pero el violento asesinato de Villavicencio, según los mercados internacionales, puede cambiar el panorama electoral.

Se da por descartada una victoria en primera vuelta del correísmo y todos los inversionistas ahora se enfocan en la segunda vuelta.

Las posibilidades de los candidatos conservadores (Otto Sonnenholzner y Jan Topic) parecen haber aumentado y la segunda vuelta podría ser más reñida de lo previsto, de acuerdo con William Snead, estratega del BBVA

Esos candidatos se ven como más proclives a cumplir las obligaciones de deuda del país y a trabajar para que Ecuador recupere el acceso a los mercados internacionales de capital.

Fuente:http://www.lahora.com.ec