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Plan económico del Gobierno puede naufragar sin un alto crecimiento
Se han dado pistas sobre la eliminación de impuestos y reducción del gasto público, pero no hay una ruta clara para que las actividades económicas crezcan y aumente el empleo.
Durante las entrevistas concedidas por Guillermo Lasso, en el contexto de los primeros 100 días en la Presidencia, se confirmaron algunas medidas, como que no se dará marcha atrás en la eliminación del subsidio de los combustibles, se eliminarán ciertos impuestos y se buscará reducir el gasto público en 2022.
Sin embargo, no hay un mensaje y plan claro para conseguir que la economía crezca a buen ritmo en los próximos años, con el fin de reducir la informalidad y el desempleo.
Cifras que reflejan la realidad
A criterio del analista económico Walter Spurrier, las proyecciones presentadas, junto con el presupuesto revisado 2021, no contemplan la ofrecida reactivación económica.
“Luego de un modesto rebote este año y el próximo, en que se recuperaría parcialmente lo perdido con la cuarentena, en 2023, 2024 y 2025 la economía crecería levemente. Recién en 2023 retornaríamos al tamaño de la economía del 2019”, dijo.
En concreto, se prevé un 3,02% de crecimiento en 2021 y 3,43% en 2022. Pero en los siguientes tres años, el porcentaje promedio será de 2,28%.
Eso es claramente insuficiente para lograr una sustancial reducción de la informalidad y el desempleo. En el mejor de los casos, se lograría una subida del 3% en el empleo formal entre 2021 y 2023 (79.677 personas); pero una caída del 2% entre 2024 y 2025 (53.952 personas).
En otras palabras, al final de los cuatro años se tendría apenas una mejora neta de un poco más de 25.000 ecuatorianos adicionales con empleo formal. Sin embargo, se engrosarían las filas de los más de 5 millones que sobreviven en el subempleo y la precarización.
La inversión aumenta, pero no es suficiente
El ministro de Producción, Julio José Prado, anunció que 2021 cerrará con $2.000 millones en nuevos contratos de inversión firmados. Ese nivel duplicará lo alcanzado en 2020.
Hasta agosto de 2021, se concretaron 19 contratos por $702 millones. Eso generaría alrededor de 2.315 nuevos empleos formales, que, aunque es un paso positivo, tiene un impacto mínimo dentro de una Población Económicamente Activa (PEA) de más de 8,2 millones de personas.
El 89% de las inversiones que ha logrado atraer el nuevo Gobierno se concentra en minería ($465 millones) e industria ($161 millones). El resto no superan los $20 millones en sectores como el agrícola, logística, agroindustria, energía, biotecnología e investigación.
De acuerdo con Diego Olmedo, economista y socio fundador de Olmedo inversiones y finanzas, se necesita mantener un nivel de al menos $5.000 millones de contratos de inversión por varios años para mejorar sustancialmente el mercado laboral.
Para lograr eso, no basta con confiar en el llamado “efecto Lasso”, que provocó una reducción inicial del riesgo país y un aumento de la confianza de los mercados internacionales, solo con la noticia de la elección del exbanquero.
Reducción de gasto público
Un factor clave, además de reformas legales y simplificación de trámites para impulsar las Alianzas Público- Privadas, es presentar un plan creíble y sostenible de reducción del gasto improductivo en el sector público.
Más allá de los anuncios del presidente Lasso, las proyecciones presentadas por el Gobierno revelan que se busca un ajuste gradual, poco efectivo e insuficiente para los próximos 4 años.
“Había la expectativa de que en su gobierno Lasso buscaría un ajuste rápido, y así en la segunda mitad de su periodo poder buscar la reactivación. Pero la propuesta ahora es desacelerar el ajuste, a tal punto de que no se lo completaría durante el periodo presidencial. En 2025 todavía habría déficit fiscal”, puntualizó Spurrier.
A la espera de la renegociación con el FMI
Por su parte, el ministro de Economía, Simón Cueva, durante una reciente comparecencia ante la Comisión de Régimen Económico de la Asamblea, aseguró que esas proyecciones no están ajustadas con las condiciones de la renegociación del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
La misión técnica del organismo multilateral estuvo revisando la economía ecuatoriana hasta el pasado 31 de agosto 2021; pero hasta el momento no se sabe qué conclusiones se sacaron y cómo quedará el acuerdo con el país.
De acuerdo con el ministerio de Economía, esos detalles se develarían hasta el próximo lunes 4 de septiembre de 2021. (JS)
Ecuador no supera problemas de financiamiento y bloqueo político
La agencia calificadora Fitch mantiene expectativas positivas sobre el nuevo Gobierno, pero le preocupa que el ajuste fiscal y las reformas estructurales no se puedan concretar por el bloqueo político de sectores de oposición. Eso mermaría las posibilidades de crecimiento y generación de empleo.
Por otro lado, también hay dudas sobre el tema del financiamiento. Se espera que en 2021 se pueda cubrir todo con el desembolso especial de $950 millones del FMI y los más de $4.000 millones de todos los multilaterales. Pero la demora en la llegada de esos recursos ha provocado que se acumulen pagos atrasados (principalmente con otras entidades del Estado) y una mayor dependencia de la deuda interna.
Para 2022, incluso con un nuevo acuerdo con el FMI, el dinero no alcanzaría y el Gobierno se vería obligado a emitir otra vez bonos en los mercados internacionales.
Fuente:http://www.lahora.com.ec