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Martínez confirma ‘Sobornos’ en las esferas del poder

Con la voz quebrantada, en medio de esporádicos sollozos y palabras de arrepentimiento, Pamela Martínez, exasesora del expresidente Rafael Correa, ratificó ayer que Alianza PAIS habría recurrido a financiamiento ilegal para la campaña de las elecciones seccionales del 2014. 

Dinero aportado presuntamente por empresas que buscaban beneficiarse de contratos con el Estado, como Odebrecht, constructora brasileña involucrada en sendos casos de corrupción no solo en Ecuador sino también en otros países del continente. Recursos de esas empresas que habían sido entregado a altos funcionarios del Gobierno de esa época y a algunos de sus principales cuadros políticos.

Martínez lo contó en la Corte Nacional de Justicia (CNJ), durante su testimonio anticipado dentro del caso ‘Sobornos 2012–2016’, que lleva adelante la Fiscalía que investiga una presunta red de corrupción en el que se encuentran procesados 26 personas. Entre ellos parte de la alta cúpula que gobernó al país entre esos años, incluido el propio  Correa;  al exsegundo mandatario, Jorge Glas; al exasesor jurídico de la Presidencia, Alexis Mera; a la exministra de Vivienda, María de los Ángeles Duarte; a Viviana Bonilla y a Vinicio Alvarado, entre otros.
La audiencia 
La diligencia estaba prevista para las 09:00, pero Martínez ingresó a la Corte a las 07:33, escoltada por los guías penitenciarios, policías de élite y cubierta con un chaleco antibalas y con un casco, que le quitaron al entrar a la sala de audiencias.

Con su abogado se sentaron frente a la jueza Daniella Camacho, quien advirtió a la sala que Martínez estaba incluida en el Sistema Nacional de Protección y Asistencia a Víctimas, Testigos y Otros Participantes, por lo que quedaba prohibido fotografiarle y menos aún subir gráficas de ese tipo a las redes sociales.

“Mi testimonio es voluntario”, aseguró la procesada, tras confirmar sus datos de identidad. Lo primero que hizo es ofrecer disculpas públicas por “los errores cometidos” a su madre, hijos y esposo. Pero también ofreció disculpas a Laura Terán, también procesada, y a su familia ya que dijo fue afectada por ser su asistente y solo cumplió instrucciones.
¿Cómo se armó la trama?
Lo que narró Martínez se asemeja a la trama de la serie estadounidense de televisión  ‘House of Cards’, donde se cuenta la historia de políticos corruptos, negociaciones secretas ilícitas, afanes de poder, negociado de obras a cambio de recursos para campañas políticas, etc.

Una historia que, según el testimonio anticipado, lo inició y lo terminó Correa. Contó que en su calidad de asesora del despacho presidencial, a fines de agosto de 2013, fue citada a una reunión en el despacho de Correa, donde el primer mandatario le habría dicho que como se acercaban las elecciones seccionales de 2014 necesitaba que realice un registro digital de los valores que por concepto de campaña le iban a entregar. “El Presidente no tenía por qué justificar la instrucción”, aseguró.

Dada la orden, Correa le manifestó, según Martínez, que hablara con Jorge Glas, a la fecha su vicepresidente, para recibir más instrucciones. Luego fue convocada al despacho del segundo mandatario donde también estaban Vinicio Alvarado, María de los Ángeles Duarte, Walter Solís y Alexis Mera, entre otros funcionarios de menor rango.  La disposición fue que los registros que debía hacer prevendrían del secretario ejecutivo de Alianza PAIS, Galo Mora, para aspectos logísticos de la campaña como tarimas, sonido, banderas; y de Vinicio Alvarado los registros de publicidad como ‘spots’, ‘gingles’, encuestas, etc.

Dinero urgente
En septiembre de 2013, se acercó al despacho de Martínez el secretario jurídico de la Presidencia, Alexis Mera. “Eso sorprendió a todos pues tan alto funcionario jamás iba al edificio de La Unión”, uno de los sitios desde donde despachaba Martínez.

¿El propósito de tan inesperada visita? Pues Mera le aseguró a Martínez que venía de una reunión con Correa y que necesitaba dinero “urgente e importante”. Pedido que sorprendió a la hoy procesada, pero que fue ratificado por el entonces Presidente que le mandó nuevamente a hablar con Glas, quien a su vez le manifestó que ya solucionarían el asunto.

El que entregó  lo solicitado por Mera fue Gerardo de Souza, exdirectivo de Odebrecht.  Mera envío a su asistente Pedro Espinosa a que retirara el dinero. Según el testimonio, otros aportes recibidos por orden de Glas, aparte de Odebrecht,  provinieron de representantes de las empresas Fopeca, Sanrib, SK,  Equitesa, Hidalgo & Hidalgo y Azul.

En toda esta trama aseguró que sin autorización o consentimiento de los accionistas de la empresa NexoGlobal facilitó facturas a Odebrecht para justificar los dineros que esta empresa estaba entregando para los gastos de campaña.

En esta dinámica dijo que a través de delegados había entregado a Mera 200.000 dólares y a Viviana Bonilla, entonces candidata a alcaldesa de Guayaquil, 300.000  que provenían de Odebrecht. En tanto que a María de los Ángeles Duarte se le dio 300.000 aproximadamente de las empresas Equitesa y Odebrecht.
Las sospechas 
El tiempo transcurrió y a fines de 2013 le visitó José Alvear Icaza, de una empresa CWE, quien le manifestó que no había llevado el dinero ya que “aún no estaban de acuerdo en el porcentaje”. Martínez se puso alerta, dijo, de que se estaba hablando de coimas, por lo que pidió una nueva reunión con Correa, quien la recibió y le habría pedido que se sentara en un sillón de cuero y le contara todo al oído. “Tranquila, tranquila, ha de ser una confusión”, habría sido la respuesta del Primer mandatario.

Además, la entonces secretaria del presidente le llamó por teléfono y le preguntó si había algún remanente de lo recibido y le pidió que depositara 6.000 dólares en la cuenta de Correa “para cubrir un valor urgente”. Fondos que salieron de los aportes para Alianza PAIS.
Epílogo 
Toda la información de las transacciones quedó grabada en sistemas magnéticos que por pedidos de superiores fue destruida. Tras la sentencia a Glas, el triunfo de la consulta popular y la conformación del Consejo de Participación Ciudadana de transición, Correa llamó a Martínez para corroborar si había destruido toda la información. Ella contestó que  sí, pero recordó que la había respaldado en un ‘pen drive’ que tenía en su casa, archivo que destruyó metiéndolo incluso en un vaso de agua. “Me doy cuenta que estaba siendo utilizada”, concluyó. (HCR/FLC)

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