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La Judicatura hará profundo examen de la Justicia

Con un mensaje breve pero firme, se posesionaron ayer los nuevos vocales temporales de la Judicatura, ante el Consejo transitorio de Participación Ciudadana. Aseguraron que, sin perseguir a nadie, trabajarán para recuperar la independencia y la transparencia de la Función Judicial, una de las principales críticas a la era del correísmo. En una corta sesión del organismo de transición y con la presencia de la presidenta de la Asamblea, Elizabeth Cabezas, cumplieron con el juramento Marcelo Merlo, quien presidirá la Judicatura, y los vocales Zobeida Aragundi, Angélica Porras y Aquiles Rigail. Juan Pablo Albán aceptó el cargo pero, por encontrarse en el exterior, se posesionará entre mañana y el viernes.

Había camaradería entre las nuevas autoridades. Merlo dialogaba amenamente con Aragundi; y Rigail hacía lo mismo con Porras. Ante la prensa, los vocales dieron su diagnóstico de la institución.

Primero habló Rigail. “Me place estar con Marcelo Merlo, un viejo y querido amigo. Perdón por lo de viejo, Marcelo…”, bromeó.

Merlo, en su calidad de presidente, dijo que la sociedad espera que se rescate el poder moral de la Función Judicial porque la justicia es la base de la igualdad y de la libertad. Anticipó que no se perseguirá a los funcionarios judiciales, pero que, en cumplimiento del mandato, serán “implacables para cortar las raíces de la corrupción”.

El discurso más directo provino de Aragundi, quien agregó que la misión será establecer la transición de un sistema judicial “coaptado por el poder político, como instrumento de persecución para los opositores” hacia un sistema donde se respete y se garantice la independencia, “para administrar justicia de calidad”.

Porras no se quedó atrás: “El objetivo es rescatar aquellos derechos que fueron conculcados en una década y reconstitucionalizar este país”.