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La Contraloría halla anomalías en unidades del Seguro Campesino

La Contraloría realizó la lectura del informe borrador sobre el ‘Examen especial a las fases preparatoria, precontractual, contractual, ejecución y liquidación para la construcción y fiscalización de las Unidades Médicas y su utilización en la Dirección General y en el Seguro Social Campesino del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social’. El período comprendido fue entre el primero de enero de 2014 y el 30 de septiembre de 2018.

La primera conclusión es que por falta de estudios técnicos adecuados, planificación e incumplimientos de la fiscalización y el contratista, la unidad médica Lupaxi Grande, en Guamote, tuvo un retraso de 91 días en la entrega preliminar de la obra. Esto generó multas por 41.689 dólares.

Sin embargo, por falta de gestión y a pesar de haber firmado el acta de entrega de recepción preliminar, no se recuperaron 34.535 dólares de esas multas.

Además, en esa misma unidad se utilizaron materiales que no cumplían con los mínimos estándares. Entre cerámicas, marcos para puertas, sistemas telefónicos y ventanas, se gastó 41.038 dólares en implementos y estructuras de baja calidad. En total, no se cobraron multas, a parte de las relacionadas a retrasos, por 49.618 dólares y tampoco se recuperaron 37.427 dólares por anticipos entregados, a pesar de que no se cumplió con el trabajo contratado.
Más irregularidades
Otra conclusión es que en nueve unidades médicas se incluyeron contratos de fiscalización con valores indirectos, sin sustento por más de 34.210 dólares. Se trata de Torata, Lupaxi Grande, Chavezpamba, San Isidro 1, Morales, Manzano Guaranquí, Huayrapungo, Paquiestancia y Muluncay.

A esto se incluye que en Pambilar de Calope, Manzano Guaranguí y Chavezpamba se pagaron, sin justificación, 14.371 dólares en exceso a las fiscalizadoras.

En las 13 unidades analizadas, se instalaron ventanas corredizas que no cumplían con las normas INEN, y que representaron gastos no justificados por 17.615 dólares.

Asimismo, los centros de Chavezpamba y Huayrapungo se edificaron en terrenos sin todos los permisos respectivos, y que no eran totalmente propiedad del Seguro Campesino. Además, no contaban con los sistemas básicos de agua. Esto provocó que se incurra en gastos adicionales por más de 20.000 dólares.
Anticipo millonario
En promedio, las 13 unidades examinadas tuvieron retrasos en obras de entre 31 y más de 121 días. Durante ese tiempo, las contratistas recibieron anticipos por 2’950.868 dólares, sin que se haya podido verificar que esos dineros se hayan utilizado luego en las obras.

Además, más del 80% del tiempo de los trabajos, las contratistas actuaron con garantías vencidas de buen uso y fiel cumplimiento.

Finalmente, solo en los casos de Chavezpamba, Lupaxi Grande y Huayrapungo se firmaron actas de entrega recepción provisional, pero sin verificar los cumplimientos tanto en calidad de materiales y sin especificaciones de las obras.

El plan de construcción de unidades médicas rurales iniciado en 2014 contemplaba 56 instalaciones en todo el país. En el total de la muestra analizada; es decir, en los 13 centros verificados por Contraloría, se determinó que no había documentación y estudios que justifiquen la construcción, ni la viabilidad económica y operativa, o el alcance real de los servicios que se podían prestar. (JS)

Fuente:http://www.lahora.com.ec