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La austeridad fiscal todavía está en ‘veremos’

Pese a que el plan oficial es reducir los egresos fiscales, en los primeros meses de este año, el gasto total del Gobierno central aumentó en 170 millones de dólares con respecto a igual periodo de 2017.

Así, entre gasto corriente y de inversión, en los  primeros meses de 2017, se gastaron 4.782 millones de dólares, pero en 2018 la cifra alcanzó los 4.952 millones.  Casi el 60% de los gastos corrientes siguen siendo los desembolsos por sueldos del sector público, que entre un año y otro pasaron de 2.110 millones a 2.181 millones de dólares.

Sin embargo, donde se puede observar la mayor disminución es en los gastos de inversión, con más de 640 proyectos paralizados desde el año pasado, debidos, en la mayoría de los casos, por incumplimientos de contratos y malos manejos heredados de los 10 años del Gobierno de Rafael Correa.

En este punto, el gasto pasó de 2.080 millones en 2017 a 1.318 millones de dólares en este año. Es decir, una disminución total de 762 millones. Este desfase en la inversión pública, según el presidente, Lenín Moreno, deberá ser asumido por el sector privado, a través de alianzas.

Pero para que esto sea posible, según Miranda Velásquez, analista de inversiones, el Estado debe concretar la presentación de la cartera de proyectos que serían atractivos para empresas nacionales y extrajeras. Además, a parte de lo establecido en la nueva ley económica, también se debería generar una normativa específica para reforzar y fomentar las alianzas público-privadas.

Visión oficial

El ministro de Economía, Richard Martínez, explicó que no se puede realizar un recorte muy brusco de los gastos estatales, y que en los próximos días se presentará un plan gradual y preciso de optimización de egresos. “En adelante, haremos un sacrificio anual de entre 200 y 250 millones de dólares. Además, para compensar la restricción en la recaudación que provocarán los estímulos productivos incluidos en la nueva ley, tendremos que ser creativos en el manejo de la liquidez”, acotó.
El aumento constante de la recaudación tributaria, que en mayo llegó a un 10% más en comparación al año pasado, es un colchón que permite que el ajuste del gasto pueda graduarse sin golpes muy duros.
También, una reducción más visible en el rubro de gastos de sueldos del sector público podría comenzar a concretarse desde finales de este año, cuando se vayan concluyendo los procesos de fusión, cierre y optimización tanto de ministerios como de empresas públicas. (JS)

Fuente:http://www.lahora.com.ec