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11 fiscales no hallaron a Juliana Campoverde

Con tres órdenes clave en menos de un año, la fiscal Mayra Soria rompió los bloqueos y retrasos impuestos durante seis años por 11 fiscales a las investigaciones de la desaparición de la joven quiteña Juliana Campoverde, ocurrida el 7 de julio de 2012.

Así lo verifican las disposiciones dadas por Soria que permitieron a peritos recuperar y empezar análisis forenses y de ADN de una osamenta encontrada en el lugar en que el principal sospechoso, Johnatan C., dijo haber arrojado el cuerpo.

Estos avances en la investigación, tras seis años de espera, consistieron en incorporar al proceso un informe oficial de una de las operadoras de telefonía celular, en el que se verifica y se confirma que desde el teléfono celular de Johnatan C. se realizó la última llamada con el chip del teléfono celular de Juliana Campoverde.
Pedido de la familia
Son las mismas diligencias que la propia familia solicitó de manera insistente, pero sin recibir resultado alguno en la Fiscalía y la Policía Judicial. Así lo recordó la abogada de la Fundación de defensa de Derechos Humanos, Inredh, que apoya a la Familia, Gabriela Flores.

“La Fiscala además hizo la triangulación de llamadas, que permitió determinar la ubicación de Juliana y de él (Johnatan C.) Esa misma prueba pasó por las manos de todos los 11 fiscales anteriores”, sostuvo la abogada con el expediente en sus manos.

Una vez incorporada esta información clave al expediente y ya sin el menor margen de duda de la participación del sospechoso, que durante años negó, este mismo decidió colaborar en las investigaciones a cambió una rebaja en la pena.

Mediante este mecanismo conocido como “colaboración eficaz”, se puede beneficiar de una reducción de hasta un 20% de tiempo en la sentencia condenatoria, de 10 a 13 años por el delito como acusado de secuestro extorsivo, si la Fiscalía verifica la veracidad de la información proporcionada.
Y esta veracidad se podría confirmar en 15 días. Ese es el tiempo que la Fiscalía estimó que demoraría la entrega del informe de resultados de los peritos a cargo de establecer, mediante pruebas de ADN de familiares, si la osamenta encontrada efectivamente corresponde a Juliana Campoverde.
Sigue la búsqueda
Por ahora las jornadas de búsqueda continúan en una quebrada en el sector de la González Suárez, en el centro oriente de Quito con personal especializado de la Policía Judicial y Fiscalía y la presencia del propio sospechoso Johnatan C.

A la espera de estos resultados, la abogada de la familia de la víctima, Gabriela Flores, señala que “la puerta para la cooperación eficaz en este caso se abrió sobre la base de la voluntad de la familia. Para ellos, lo más importante es dar con el paradero de Juliana, y pasados ya 6 años, la cooperación eficaz era la mejor manera de garantizar su derecho  a la verdad. La justicia es una forma de reparación para las víctimas. Y eso es lo que se está buscando, no es impunidad en forma alguna”.

En el expediente consta que el pastor evangélico de la Iglesia a la que asistía Juliana ejercía una gran influencia sobre ella. Y que además creó un perfil falso en una red social para aconsejarle que se case con su hermano Israel porque ‘así se lo había revelado Dios’. Por ello la joven se alejó del templo. (JCE)

Fuente:http://www.lahora.com.ec