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Una oposición unida, la piedra en el zapato de Maduro

La oportunidad de poder ganar las elecciones presidenciales el 28 de julio ha hecho que el bloque mayoritario antichavista deje sus diferencias a un lado.

La unidad del bloque mayoritario de la oposición venezolana, fracturada en diversas ocasiones a lo largo de los 25 años de chavismo, resurge contra todo pronóstico para las elecciones presidenciales del 28 de julio de 2024, convirtiéndose así en una piedra en el zapato para el gobernante Nicolás Maduro, quien busca seguir al frente de la Presidencia por seis años más.

La oposición venezolana, agrupada actualmente en la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), ha pasado los últimos años entre peleas internas, acusaciones públicas y diferencias de criterio sobre cómo enfrentar al chavismo y lograr así un cambio político para consolidar una alternancia en el poder.

Incluso, han intentado otras opciones fuera de la ruta electoral, como las protestas antigubernamentales de 2017, que fueron respondidas por los organismos de seguridad con represión.

La oportunidad de poder ganar las elecciones presidenciales el 28 de julio ha hecho, de acuerdo con el consultor político y director de Log Consultancy, Giulio Cellini, que el bloque mayoritario antichavista se vuelva a reunir y deje sus diferencias a un lado, al menos, por el momento.

Las encuestas tradicionales e independientes de Venezuela dan por ganador, por un amplio margen, al abanderado de la PUD, Edmundo González Urrutia.

Las pruebas superadas

Para estas elecciones presidenciales, la oposición eligió en unas primarias a María Corina Machado, quien no pudo competir al ser inhabilitada por la Contraloría para ejercer cargos de elección popular hasta 2036.

Para superar esta prueba, el antichavismo optó por la historiadora Corina Yoris, pero el régimen tampoco permitió su postulación, sin que hasta la fecha exista una explicación por parte del Consejo Nacional Electoral (CNE).

Otro revés para la oposición se dio cuando el gobernador del estado Zulia, Manuel Rosales, se inscribió bajo el argumento de mantener a la oposición con opciones para las presidenciales. Esta decisión fue criticada por diferentes líderes, entre ellos Machado.

Finalmente, la PUD eligió unánimemente como candidato al exembajador Edmundo González Urrutia, quien había sido inscrito en un principio como candidato provisional.

La oposición ha tomado una «gran conciencia» sobre lo que el país está pidiendo en este momento, que es votar, explica Cellini.

«Esta sociedad se ha demostrado a sí misma que es posible ganar a pesar de las arbitrariedades, a pesar de la dificultad; sí es posible ganar con un voto organizado, masivo, que es un poco a lo que le está apostando la oposición», agrega. EFE

Un inesperado contratiempo

Que la oposición se mantuviera en la contienda electoral se ha convertido en un incómodo contratiempo para el régimen de Maduro, que se ve perdido en las encuestas tradicionales.

«El Gobierno tenía como planteamiento inicial o estrategia que la oposición no participara en la elección, y le dio todos los incentivos, o que participara fraccionada, que no es lo que estamos viendo; al contrario, estamos viendo que la oposición en bloque va a participar», recalca Giulio Cellini.

Para el consultor político, esto representa un «evidente fracaso» del régimen de Maduro, porque «los dilemas que le ha planteado a la oposición con el tema de la participación electoral han sido resueltos de manera exitosa», asevera. EFE

Fuente:http://www.lahora.com.ec