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Las protestas no ceden en un Chile expectante

Miles de personas copaban la céntrica plaza Italia de Santiago ayer, en la mayor manifestación en este lugar desde el inicio el viernes de unas protestas que no bajan de intensidad y que dejan 11 muertos y cientos de heridos.“Que se vayan los milicos”, gritaban a coro aquí los manifestantes, en abierto desafío a las fuerzas militares y policiales que resguardan en gran número el centro de la capital chilena, bajo estado de emergencia, sin generarse de momento nuevos enfrentamientos.

“Esto no para; esto no para, hermano”, afirmó una manifestante a la televisión local, cuando en un ambiente de gran tensión los chilenos abordaban el primer día laboral tras el estallido de las protestas, las más violentas desde el retorno a la democracia en 1990 con el fin de la dictadura de Augusto Pinochet.

Sin clases y sin metro

En este primer día laboral desde el estallido social, muchos empleadores cancelaron las jornadas de trabajo y las clases estaban suspendidas en prácticamente todos los colegios y universidades.

La falta del metro -eje del transporte público, con unos tres millones de pasajeros por día-, era lo que más se extrañaba en esta ciudad de casi siete millones de habitantes, obligados a hacer largas filas para tomar autobuses o acceder a las pocas estaciones del ferrocarril metropolitano abiertas.

La estación La Moneda, a pocos metros de la casa de gobierno abrió sus puertas pasadas las 07H00 locales (10H00 GMT), permitiendo el ingreso de decenas de personas que esperaban impacientes poder tomar un tren. Varios soldados resguardaban los ingresos, constató un periodista de la AFP.

‘Guerra’

Si el detonante del conflicto fue el aumento de la tarifa del metro, con el correr de las horas las protestas se hicieron eco de otras reivindicaciones en una sociedad que incuba desde hace años descontento con un modelo económico cuyo acceso a la salud y a la educación es prácticamente privado, con una alta desigualdad social, bajas pensiones y alza de los servicios básicos.

El Gobierno ha condenado las protestas violentas y llamado a la calma pero el presidente Sebastián Piñera, que hasta hace pocos días se refería a su país como un “oasis” de tranquilidad, afirmó la noche del domingo que el país se encontraba “en guerra contra un enemigo poderoso”.

En el centro de Santiago se observa gran presencia militar y policial. Algunas tiendas -las más pequeñas- abrieron sus puertas, pero la mayoría de los supermercados y centros comerciales permanecían cerrados o abrían parcialmente.

En algunos supermercados, las personas hacían largas filas a la espera de que abrieran sus puertas para abastecerse de víveres. En las gasolineras se observaban también enormes colas de vehículos para cargar combustible.

Hay temor en todo el país y la violencia de las protestas tiene a muchos perplejos, con miedo, aunque también expectantes de los cambios que se pueden venir tras el estallido.

Ecuatoriano
murió por
impacto de bala 

Romario Wladimir Veloz Cortez, el joven ecuatoriano que falleció en las protestas sociales que se registran en Santiago de Chile, murió a causa de una bala, confirmó la Cancillería de Ecuador.

“Fue impactado por una bala durante las manifestaciones ocurridas el 20 de octubre, en el sector de La Serena, en Santiago de Chile”, afirmó el Ministerio de Relaciones Exteriores en un comunicado en el que expresa sus condolencias a la familia.

La Embajada de Ecuador en Chile ya ha solicitado a las autoridades chilenas que realice las investigaciones pertinentes para esclarecer las circunstancias de la muerte de Veloz Cortez, de 26 años de edad.

La Cancillería también reitera su compromiso de brindar toda la asistencia y el acompañamiento a la familia, aunque los restos del ecuatoriano recibirán sepultura en Chile, país donde residen sus padres.

La SIP denuncia  grave atentado contra la prensa

La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) denunció ayer que el saqueo y quema de la sede del diario El Mercurio en Valparaíso (Chile) el pasado sábado en el contexto de las protestas que sacuden ese país constituye “un grave atentado contra la libertad de prensa”.

“Exigimos garantías para que la prensa chilena no se convierta en blanco de la violencia”, subrayaron en un comunicado los presidentes de la SIP, Christopher Barnes, del diario The Gleaner (Jamaica), y de la Comisión de Libertad de Prensa e Información, Roberto Rock, del portal La silla rota (México).

Algo parecido  ocurió cuando en las recientes protestas en Ecuador también hubo “actos vandálicos” contra medios de prensa..

Fuente:http://www.lahora.com.ec