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El luto envuelve a Nicaragua

Al menos un muerto y cuatro heridos dejaron ayer las protestas contra el Gobierno del presidente Daniel Ortega en el marco de una crisis sociopolítica que ha segado la vida de más de 200 personas, y en medio de un diálogo nacional que avanza a cuentagotas. 

En la ciudad de Masaya (sureste), cuna del sandinismo, murió un hombre que protestaba contra el Gobierno al recibir un disparo en uno de sus ojos, según informaron manifestantes «autoconvocados».

La víctima fue identificada como Darwin Potosme, un zapatero de 33 años, quien se encontraba resguardando una barricada como parte de las protestas antigubernamentales y habría recibido un disparo de un francotirador policial, según testigos y compañeros.
Más víctimas
En Masaya, 28 kilómetros al sureste de Managua y una de las ciudades más golpeadas durante las protestas, han perdido la vida al menos 13 personas, según organismos humanitarios.

En ese choque entre Policía y manifestantes, también resultaron dos civiles heridos.

Mientras en la ciudad de Rivas (sur) se reportaron otros dos heridos cuando la Policía Nacional desalojó a balazos y con morteros a un grupo de manifestantes que se mantenía en una barricada, según los «Autoconvocados».

Masacre brutal
Durante la jornada, se le dio el último adiós a seis miembros de una familia de Managua que murieron calcinados durante un incendio provocado por encapuchados y que ha conmocionado a todos en Nicaragua.

Las seis personas, entre ellas un niño de dos años y un bebé murieron luego que un grupo armado incendió su casa en Managua, mientras que dos personas fueron atacadas por encapuchados cuando intentaban despejar una carretera bloqueada, según las autoridades.

«Eran hombres armados que andaban con fusiles, en una camioneta. Yo me tiré del balcón y todavía trataron de matarme pero no pudieron (..) los niños lloraban pidiendo auxilio», dijo en el entierro una sobreviviente, Cinthia Velázquez.

«Yo misma vi la camioneta con la policía y todos los armados», dijo la mujer durante el entierro en Managua.

La masacre, tildada como la más brutal desde que iniciaron las protestas, fue condenada por la Organización de Estados Americanos (OEA) como un crimen atroz y de «lesa humanidad».

En tanto, el nuevo Nuncio apostólico en Nicaragua, el obispo polaco Stanislaw Waldemar Sommertag, instó a los nicaragüenses a orar para alcanzar la paz y superar la sangrienta crisis.

El representante del Papa Francisco en este país subrayó que es vital promover la justicia y no la venganza, y que no hay otra alternativa que el diálogo entre todos.

Mayor resistencia
° La denominada Articulación de Movimientos Sociales y Organizaciones de la Sociedad Civil abogó por reforzar y levantar más tranques en las carreteras para presionar la salida de Ortega.

El diálogo entre el Gobierno de Nicaragua y la oposición se reanudó ayer, luego que se conformaran dos mesas de trabajo para debatir las reformas jurídicas y electorales propuestas por los obispos para superar la crisis, que implican un adelanto de las elecciones para marzo de 2019.

Fuente:http://www.lahora.com.ec